Todo inició paradójicamente por un cambio físico.
Un mes antes de partir de mi País y querer encontrar mejores condiciones de vida en el cono sur, decido hacerme un corte de cabello un poco corto, algo que muy pocas veces lo había realizado en mi vida.
Mientras la estilista tomaba con sus manos las tijeras y me preguntaba que cuál era el corte, le mostraba en mi celular una foto de lo que yo quería, ella afirmaba que la verdad serían bastantes centímetros y mientras tanto MUY SEGURA yo, le decía que lo hiciera sin MIEDO y a todo aquel que me preguntaba por mi nuevo corte le manifestaba que tenía un nombre y que yo lo había llamado sin MIEDO.
Después de haberle dicho a todo el mundo que no tenía miedo a nada, ahora en esta tan odiada Cuarentena, siento miedo a no poder lograr lo que quiero, a perder lo que no tengo, a fracasar, tengo miedo a perderme, tengo miedo a no encontrar lo que tanto anhelo, miedo a fallar en el intento y es que la verdad nunca había estado tan insegura en mi vida.
Como es de no esperarse jaja la vida te da golpes y te dice a gritos: no eres tú quien le ponen nombre a las cosas y más bien aquí te traigo un poco de esto; MIEDO, si ¡miedo!
Hace unas noches como por ejemplo la de hoy, no logro conciliar el sueño, es bastante raro porque naturalmente duermo bastante y si duermo después del almuerzo, en la noche no tendría problema alguno en conciliar el sueño, pero ahora suelo dormir a eso de las 4 am y levantarme a la 8:30 y permanezco en el día como si no ocurriese nada.
Así que espero que este proceso que hace parte de la emoción primaria que vivimos los seres Humanos, llamada miedo, me quite un poco la ansiedad en querer controlar y planear mi futuro y así poder dormir mejor y no tener que escuchar los ronquidos del chico que está a mi lado. 🖤
La vida en letras 